La nueva iniciativa que se está analizando es que los viajeros y turistas que pretendan tramitar su visa, deberán otorgar los datos de teléfonos celulares, registros financieros y las contraseñas de las redes sociales.
Además, el gobierno pretende someter a más solicitantes de visa a revisiones de seguridad intensas y que las embajadas dediquen más tiempo entrevistando a cada solicitante.
La nueva iniciativa tiene el mayor cambio en pedir a los solicitantes que entreguen sus celulares para que los funcionarios puedan examinar sus contactos almacenados y probablemente otra información.
La propuesta podría generar una controversia significativa tanto para los organismos que defienden las libertades civiles como que en otros países se podrían imponer requisitos similares.