Dormir la siesta beneficia a la salud y disminuye el riesgo de ataques cardíacos

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Tegucigalpa, Honduras.

Un estudio sobre cuatrocientos pacientes encontró que quienes descansaban al mediodía tenían la presión arterial más baja y más sano el corazón.

Un nuevo estudio científico presentado en el Congreso Europeo de Cardiología, que se celebra en estos días en Londres (Inglaterra), indica que hacer regularmente la siesta resulta muy beneficioso para la salud y que dormir al mediodía contribuye a una reducción en la presión sanguínea lo suficientemente importante como para disminuir el riesgo de un ataque al corazón.

El cardiólogo griego Manolis Kallistratos, autor del informe, dijo que “de acuerdo a nuestro estudio, dormir al mediodía baja la presión arterial y puede disminuir el número de medicamentos requeridos por los hipertensos”.

El estudio dirigido por el médico del Hospital General Asklepieion Voula, de Atenas (capital de Grecia) midió el impacto de la siesta en la presión sanguínea de cerca de 400 pacientes con una edad promedio de 61 años. En cada paciente se midió la presión tanto en horas de trabajo en la oficina como en forma ambulatoria durante 24 horas.

“Aunque la disminución promedio de presión sanguínea parece una cifra menor, debemos recordar que una reducción de 2 mmHg (milímetros de mercurio) en presión arterial sistólica puede reducir el riesgo de eventos cardiovasculares hasta en un 10 por ciento”, dijo el doctor Kallistratos.

También se tuvo en cuenta la velocidad de onda de pulso, los hábitos de vida y el índice de masa corporal y se realizaron evaluaciones con ecocardiogramas.

Tras descartar el impacto de factores como edad, sexo, consumo de alcohol, sal, tabaco, café y ejercicio, Kallistratos y sus colegas constataron que la presión arterial ambulatoria era 5 por ciento menor en pacientes que dormían la siesta que en aquellos que no lo hacían.

El porcentaje se refiere a presión arterial sistólica. En el caso del estudio, la presión sistólica de los pacientes que dormían siesta fue 4 por ciento menor cuando estaban despiertos (5 mmHg) y 6 por ciento menor (7 mmHg) durante la noche, que los pacientes que no descansaban al mediodía.

Los investigadores también encontraron que la llamada velocidad de onda de pulso (pulse wave velocity), un índice de rigidez en la aorta, era 11 por ciento menor, y el diámetro del ventrículo izquierdo 5 por ciento menor en el caso de quienes descansaban que en el de aquellos pacientes que no dormían al mediodía.

“Esto indica que los que duermen al mediodía tiene menos daño en sus arterias y corazón debido a la presión arterial alta”, señaló Kallistratos.

Cuánto más larga mejor. La duración de la siesta también es importante. El club de fútbol británico Swansea City instaló 30 estaciones inflables y portátiles para dormir la siesta durante los entrenamientos.

Los pacientes que durmieron al mediodía por 60 minutos registraron una presión sistólica ambulatoria menor que aquellos que descansaron 17 minutos menos.

“Nuestro estudio demuestra que la siesta no sólo está asociada a una menor presión arterial, sino que cuanto más largo sea el descanso será más beneficioso”, dijo Kallistratos.

El investigador resumió de esta forma las conclusiones de su estudio. “La siesta al mediodía está asociada a menor presión arterial durante un período de 24 horas, una mayor reducción de la presión durante el descanso en la noche, y menos daño a las arterias y el corazón. Y cuanto más larga la siesta, menor los niveles de presión arterial sistólica y también probablemente la cantidad de medicamentos para la presión”.

El desafío es ahora encontrar la forma, hacer el tiempo para incorporar ese descanso en la rutina diaria. “La siesta al mediodía es un hábito que se ve casi como algo privilegiado en esta cultura de trabajo intenso de nueve a cinco”, dijo Kallistratos.

Todo indica, sin embargo, que hallar el espacio para incorporar una siesta aunque sea breve, puede tener un impacto profundo.

El café atenta contra la presión

Beber cuatro o más tazas de café al día puede aumentar el riesgo de ataques al corazón entre los que ya tienen presión arterial alta, dijeron los médicos en Londres. Un estudio desarrollado a lo largo de 12 años en hombres y mujeres entre 18 y 45 años, con presión arterial no tratada aunque en incremento, encontró la ingesta pesada de café asociada con un aumento de cuatro veces en los eventos cardíacos, incluyendo ataques al corazón.

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