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Lago de Yojoa, Honduras
Una de los componentes más importante de la diversa vida natural del Lago de Yojoa y su cuenca son las aves. 373 especies forman parte de los distintos ecosistemas que viven del agua que generan y regeneran “El Lago” y los parques nacionales Cerro Azul Meámbar (PANAMCAM) y Cerro Santa Bárbara. Esto representa la mitad de las las especies de aves registradas en Honduras.
Es difícil encontrar otros lugares del mundo con una concentración de biodiversidad así. Este refugio natural, rebosante de agua, es uno de los mejores lugares para el avistamiento de aves en Honduras y en la región. Aquí observas especies endémicas como el gavilán caracolero y amenzadas como las garzas reales, el pato alinegro, tres especies de tucanes, varias de orioles, y un sin número de aves acuáticas residentes y migratorias.
Y en PANACAM puedes encontrarte con tucanes, carpinteros, motmots, gavilanes, trogones y mosqueros, en cualquier momento del año, aunque la mejor época es de noviembre a marzo.
Honduras te recibe en un mar de montañas que se hace paisajes distintos en cada parque natural. Te ofrece uno de los sistemas más extensos de áreas protegidas en Centroamérica.
Y te invita a convivir en sus refugios seguros para la fauna más amenazadas de la región.
754 especies de aves se han documentados en Honduras hasta hoy, y hay por lo menos otras 50 avistadas. Una rica avifauna, con muchas especies endémicas de Mesoamérica conviven en la mezcla única que surca y hace su hogar en el país.
Con la dedicación y la capacidad de asombro de todo amante de las aves, verás como las joyas hondureñas para el aviturismo como el colín ocelado, el momoto carenado, el cotinga azulejo, el colibrí esmeralda, el búho leonado y el colibrí de Elliot son el principio de una relación duradera entre tu afición y la naturaleza que aviva Honduras.
Dentro de ellas sobresale el colibrí esmeralda, también llamado «esmeralda hondureño» que encuentras sólo aquí, y prospera en los reservorios de bosque tropical seco de la parte superior del valle del río Aguán, en su lucha por seguir viviendo… en Honduras.
Estas son las especies más preciadas de aves para expertos y aficionados que viven en bosque, agua y aire de las áreas naturales protegidas a lo largo y ancho del país.