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Heydi Alvarado, una joven desempleada, expresó su pesar ante la difícil situación que enfrentan los jóvenes en el país. A lo largo de meses, ha visitado una maquila tras otra en busca de empleo, pero hasta el momento no ha tenido éxito.
«La mayoría de las maquilas han cerrado, no hay empleos y a esto hay que sumarle que la delincuencia ha aumentado considerablemente. Casi todas las personas que conozco se han ido ‘mojados’ porque la situación es caótica», explicó Alvarado.
La joven sampedrana admitió que no descarta la posibilidad de emprender un viaje hacia los Estados Unidos con el fin de mejorar su calidad de vida y la de su familia.
Por su parte, Rosa Hernández, una pequeña emprendedora que tiene su puesto en las afueras de la zona industrial, agregó que no cree poder resistir más y se verá obligada a cerrar su negocio.
«He sobrevivido y mantenido a mi familia con este pequeño negocio toda la vida. Hubo tiempos mejores, pero ahora hay muchas maquilas cerradas, por lo tanto, ya no puedo vender», expresó Hernández.
