Los microorganismos que habitan en el estómago son esenciales para poder depurar los excesos de grasas y azucares, pero no siempre funcionan correctamente.
La investigación que se publicó en la revista Nature Medicine explica que para la investigación se contó con la ayuda de 40 personas que fueron divididas en 3 grupos: los primeros recibieron una cepa del microrganismo ya muerto, los segundos una cepa viva y los terceros un placebo; cada uno de los participantes debieron mantener sus hábitos alimenticios por espacio de 3 meses.
Los resultados
El primer grupo pudo perder 2 kilos y su grasa disminuyó 1 kilo, sin tener efectos secundarios y mejorando los valores hepáticos; mientras que los otros participantes dividendos en los otros 2 grupos con obtuvieron cambios relevantes.
Gracias a los resultados obtenidos, los especialistas dijeron que de esta manera se podrían solucionar los problemas que tienen algunas personas para bajar de peso.