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Cada partido de los Golden State Wariors, supone un duro bofetón de realidad, para una franquicia que dominó la NBA durante las últimas temporadas con tres títulos, cinco Finales seguidas e incluso un récord de victorias en una liga regular.
El conjunto californiano perdió su undécimo encuentro de la temporada, y el cuarto de manera consecutiva, al caer en casa por 108-122 contra los Utah Jazz, lo que les sitúa como el equipo con peor porcentaje de victorias de la conferencia Oeste.
A pesar de que Russell, volvió a echarse el equipo a la espalda, con 33 puntos y ocho asistencias, el ‘Big Three’ de los Jazz formado por Rudy Gobert, autor de 25 tantos y 14 rebotes, Donovan Mitchell (23+8) y Mike Conley (22 y siete asistencias) fue demasiado para los Warriors. Además, Green, volvió de su lesión en el dedo, pero apenas duró 22 minutos sobre la cancha antes de ser expulsado por primera vez en el Chase Center.
La buena noticia para los de Steve Kerr fueron las palabras de Stephen Curry antes del partido. El base se fracturó la mano izquierda en el partido contra los Suns y algunas informaciones apuntaban a que podría descansar el resto de la temporada, algo que el jugador negó. «Espero estar preparado para volver a jugar», reconoció el dos veces MVP de la NBA. «No sé cuándo será, quizás en algún momento a principio de la primavera. Sólo depende de cómo vaya la recuperación. Obviamente nunca he lidiado con una lesión como esta, pero espero no perderme el resto de la temporada», sentenció Curry devolviendo algo de esperanza a su afición.