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Tegucigalpa, Honduras
Ha llegado el momento de conocer la resolución del Directorio del Fondo Monetario en torno a la firma de un acuerdo entre el Gobierno de Honduras y dicho organismo de crédito.
El anuncio sobre las condiciones bajo las cuales el Fondo Monetario llegaría a un entendimiento con el país para poner en marcha un programa económico, está previsto para este miércoles.
El convenio está casi cerrado. Las negociaciones que se llevaron a cabo en Tegucigalpa y en Washington fueron concluidas con éxito hace dos meses, de acuerdo con que anunciaron entonces los miembros del Gabinete Económico.
La fecha establecida por el organismo externo para dar como aceptada la solicitud de Honduras, ha sido movida por lo menos en tres oportunidades, lo que dio lugar a diversas hipótesis sobre la calificación financiera del país para acceder a un acuerdo monitoreado.
La suscripción de un pacto con el Fondo Monetario haría posible la llegada de un flujo de alrededor de 500 millones de dólares, diez mil 500 millones de lempiras.
El país recibiría en forma inmediata 220 millones de dólares, alrededor de cuatro mil 600 millones de lempiras. Una parte sería destinada para cubrir los desequilibrios presupuestarios de este año y otro porcentaje correspondería a créditos otorgados en condiciones preferentes; es decir, bajas tasas de interés y prolongados períodos de amortización.
Igualmente, se ha programado que en los dos años siguientes (2015 y 2016), las arcas nacionales serían nutridas con otros 240 millones de dólares, equivalentes a cinco mil millones de lempiras.
Durante las pláticas intensas que sostuvieron el Gabinete Económico con los personeros del Fondo Monetario en agosto, se informó que la firma de un acuerdo estaba condicionada a dos situaciones particulares: Corregir el desfase de la administración central y enderezar las finanzas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE).
Las autoridades de Honduras presentaron en ese momento una propuesta para sortear la situación de la estatal eléctrica. Dentro de tales acciones correctivas se ha puesto en marcha un proceso para convertir la institución en un “holding” de generación, transmisión y distribución, al tiempo que se lleva a efecto un drástico plan de recorte de dos mil empleados supernumerarios.
Los señores del Fondo Monetario destacaron al término de las negociaciones con los funcionarios hondureños los avances para preservar la estabilidad fiscal, procurar un alto crecimiento sostenible y reducir la pobreza.
La administración Hernández se comprometió, de su lado a disminuir el nivel de gasto y ampliar la inversión social, con el fin de aliviar la pobreza y proteger el crecimiento económico del país.
Las metas establecidas en el Programa Monetario del Banco Central, indican que al cierre de 2014 el desfase entre los ingresos y los egresos del Gobierno Central No debería sobrepasar al 5.2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), alrededor de 21 mil 413 millones de lempiras.
Y si esta cantidad se compara con el déficit de 2013 que alcanzó 29 mil 649 millones de lempiras, entonces se obtendría una reducción de alrededor de ocho mil millones de lempiras.
Los técnicos del Fondo Monetario han sido claros en el sentido que los indicadores de la deuda continuarán creciendo en el mediano plazo si No se toman medidas adicionales para racionalizar el gasto público.
Dos aspectos se desprenden del virtual entendimiento con el Fondo Monetario. El primero es que un acuerdo de ese tipo genera confianza y provee al país de recursos en términos concesionales. El segundo lleva una consecuencia de riesgo.
Y es que el Gobierno incrementará su endeudamiento y se verá restringido en su competencia de manejar la política monetaria y de dirigir con mayor margen de libertad el comportamiento de la economía, según lo analizado por los versados en el tema.
Al margen de que el Fondo Monetario confirme la calificación de Honduras para arribar a un programa económico monitoreado y que se dé a conocer el contenido del compromiso financiero, el Gobierno habrá de establecer como prioridad una política de balance presupuestario, disciplina fiscal y crecimiento económico con equidad social.