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Jennifer Lopez siempre tuvo claro que quería dedicarse al mundo del entretenimiento, bien fuera como bailarina, cantante o actriz, pero ese sueño parecía totalmente inalcanzable para una chica latina del Bronx, el barrio neoyorquino donde vivía con sus papás y sus dos hermanas.
Su madre Guadalupe Rodriguez, que era maestra de escuela, la presionaba especialmente para que acudiera a la universidad, donde llegó a matricularse tras graduarse en el instituto, pero duró solo un semestre. Al final Jennifer acabó mudándose a Manhattan para estudiar música cuando la situación en su hogar se volvió insostenible porque las dos discutían constantemente debido a la fuerte personalidad de su madre y su tendencia a resolver los problemas a golpes.
«Ella hizo todo lo necesario para sobrevivir, y gracias a ello se volvió más fuerte, pero también la hizo más dura. Podía propinarte una paliza así como así. Me mamá siempre me dejó claro que, si quería seguir viendo bajo su techo, tenía que continuar con mis estudios. Una noche tuvimos una pelea más fuerte de lo normal y me marché», confesó la actriz y cantante en su nuevo documental.
Guadalupe es la primera que reconoce que no fue una madre perfecta porque siempre fijó expectativas muy altas para sus hijas, aunque se justifica alegando que lo hacía pensando únicamente en lo mejor para ellas.
