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El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) presentó la segunda edición de «Ópticas de la Corrupción», una compilación literaria que reúne los esfuerzos de 50 escritores de 15 países de América Latina. En esta obra, se retratan las historias de las víctimas de la corrupción en la región.
En esta segunda entrega, se presentan más de 50 artículos que abordan la corrupción desde diversas perspectivas, como la económica, social, política, étnica y de derechos humanos. Gabriela Castellanos, directora ejecutiva del CNA, destacó que cada historia en el libro refleja las realidades de América Latina y no solo pone de manifiesto a las víctimas de la corrupción, sino que también brinda esperanza al mostrar las ilusiones y expectativas de cambio.
Castellanos expresó su confianza en que el trabajo realizado a lo largo de los años por el CNA tenga un impacto positivo en el bienestar de la población hondureña.
Los escritos de la obra son autoría de destacadas personalidades con amplia experiencia en la lucha contra la corrupción en América Latina, como politólogos, periodistas, economistas, congresistas, abogados, analistas políticos, sociólogos, filósofos e investigadores de países como México, Guatemala, Colombia, Chile, Argentina, Uruguay, El Salvador, Venezuela, Perú, Costa Rica, Bolivia, Ecuador, Cuba, Panamá y Honduras.
Entre los colaboradores de esta obra se encuentran nombres como Thelma Aldana, exfiscal general de Guatemala; Juan Francisco Sandoval, exjefe de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad; Adriana Beltrán, directora para Seguridad Ciudadana en WOLA; el diputado chileno Miguel Ángel Calisto; el periodista uruguayo Víctor Baccheta y, representando a Honduras, la periodista Yanivis Izaguirre.
La presentación de «Ópticas de la Corrupción» contó con la presencia de representantes de la sociedad civil, empresarios, académicos y diplomáticos. El cardenal Óscar Andrés Rodríguez elogió el papel del CNA en la incansable lucha contra la corrupción y recordó los desafíos iniciales que enfrentó esta instancia de sociedad civil. El cardenal enfatizó que la privatización de la ética ha sido un problema fundamental, donde cada individuo la defiende según su interés, lo que ha contribuido a la corrupción en todos los niveles.
