Este martes 15 de mayo Honduras celebra la feria en honor a San Isidro en los municipios de Tocoa, Colón, Güinope, Choluteca, Yoro y en La Ceiba.
San Isidro nació en 1082 en una familia de campesinos muy pobres, por este motivo sus padres no pudieron enviarlo a la escuela, pero en casa le enseñaron el amor a Dios, la caridad con el prójimo y la importancia de la oración.
El Labrador era un hombre ejemplar, de corazón noble con los más necesitados, de familia humilde, su nombre fue puesto en honor a San Isodoro, un santo apreciado de España.
Visitaba mucho a los pobres y enfermos, se daba tiempo también para pasear por los campos con su esposa e hijo. Un día, el niño cayó con una canasta a un pozo muy profundo.
Los santos esposos corrieron y no encontraban forma de rescatar al muchacho. Entonces se arrodillaron a rezar con tanta fe que las aguas del pozo empezaron a subir y el pequeño apareció en la superficie dentro de una canasta, sano y salvo.
Al retornar a Madrid, San Isidro trabajó como obrero en una finca y los otros peones lo acusaron con el dueño de que trabajaba menos por ponerse a rezar e ir al templo. Sin embargo, la parcela que tenía a cargo el Santo produjo el doble que las de los demás.
Entre los municipios de Honduras que veneran a San Isidro destaca la Ceiba, desde 1917 a la actualidad, y este año cumple 101 años de proclamarlo como su santo patrono. La celebración se ha convertido en una de las ferias más importantes del país.