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Por lo menos durante las fechas de navidad el cardenal, Óscar Andrés Rodríguez, pidió «una tregua» a los delincuentes en Honduras para que cese la violencia y los actos indebidos.
«Quisiera pedirles a todos aquellos que se sienten tentados a usar las armas para quitarle la vida a otra persona piensen por favor, al menos déjennos una tregua en esta Navidad para que Cristo pueda venir a una Honduras abierta a su palabra», señaló Rodríguez en la misa que ofició en la catedral de Tegucigalpa ante decenas de católicos.
Honduras quiere «vivir en paz» y «erradicar la violencia», enfatizó el líder religioso.
Solicitó a los grupos criminales que se pongan «la mano en la conciencia siquiera estos días de Navidad, no le quiten la vida a nadie porque parece que ya no se escucha la palabra de Dios y lo que se escucha es precisamente muerte».
Rodríguez dijo que siente «tristeza» por la matanza de casi una veintena de reclusos en un tiroteo en la cárcel de Tela, departamento de Atlántida, en el Caribe del país centroamericano.
«Que tristeza los últimos acontecimientos en una cárcel que se matan los privados de libertad entre sí, eso es que Dios en nuestras vidas, en nuestra cultura, no está en Honduras», destacó.