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El Congreso Nacional instaló ayer la segunda legislatura del período 2022-2026 sin lograr el consenso de los 86 votos que se requieren para elegir a los 15 magistrados de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y no se descarta que los cabildeos se extiendan hasta el fin de semana.
Pasada las 7:00 de la noche, las negociaciones entre las bancadas mayoritarias seguían sin ponerse de acuerdo en los números: En un primer escenario, la bancada oficialista, Libre, con 52 votos, está exigiendo 8 magistrados, más la silla presidencial del máximo tribunal de justicia del país, dejándole cuatro a la bancada nacionalista y tres a los liberales, las dos fuerzas opositoras principales con 43 y 22 diputados, respectivamente.
En esta propuesta, el Partido Salvador de Honduras (PSH), la cuarta bancada con 10 diputados, perdía toda posibilidad de obtener un cupo en el Poder Judicial, mientras los nacionalistas proponían su propia nómina: siete para el partido de gobierno, incluyendo la presidencia, seis para ellos y dos para los liberales. Estaban dispuestos a cederle uno al PSH, pero en detrimento de Libre que se quedaría con seis, conservando siempre la presidencia.
Dado el número de votos de cada conformación política, -Libre- al que en esta negociación se le ha unido el diputado nacionalista disidente, Rolando Barahona y el propio titular del Congreso, Luis Redondo, que pertenece al PHS, y los nacionalistas podrían nombrar la CSJ sin ocupar a los liberales, si lo quisieran, ya que reúnen 95 votos, pero ambas bancadas están de acuerdo de incluir al partido más antiguo del país en las negociones.
En ese sentido, el diputado liberal, Marlon Lara, aseguró que ellos están pidiendo cinco magistrados para que Libre no controle los tres Poderes del Estado.
VA PARA LARGO
Instalada la segunda legislatura por la mañana, el presidente Redondo suspendió la sesión y nombró una comisión interpartidaria para que consensuaran la nómina de 15 magistrados y la presentaran al pleno al retorno a las 5:00 de la tarde pero pasada esa hora los diputados comenzaron a llegar a cuenta gota mientras los líderes de las bancadas seguían cabildeando la nómina.
Con el sartén por el mango, el diputado nacionalista Antonio Rivera Callejas descartó, desde el comienzo de la jornada, que no habría elección y pronosticó que la misma podría posponerse para la otra semana dándole tiempo a los cabildeos.
Lo mismo pensaban otros congresistas de las diferentes bancadas consultados por LA TRIBUNA, por lo que muchos de ellos se fueron a sus casas, pasada la ceremonia de instalación y ya no regresaron al Congreso. Solo los periodistas, que fueron convocados desde las 6:00 de la mañana seguían al pie de la bandera a pan y agua.
“Es muy difícil que hoy no nos pongamos de acuerdo para la elección, pero estoy seguro que vamos alcanzar un acuerdo”, sentenció el diputado oficialista, Hugo Noé Pino, confirmando otro escenario posible de la negociación: seis magistrados para Libre, cinco para los nacionalistas, tres para los liberales y uno para el PSH.
Conforme a la Constitución, una vez presentada una nómina, los diputados deben votarla favorablemente con 86 votos de lo contrario deberán seguir votando en secreto, por cada uno de los 15 candidatos hasta completar la planilla. En las elecciones de la Corte saliente en el 2016, este proceso tardó tres días y los jueces supremos fueron juramentados el 11 de febrero de ese año. Como consecuencia de esta incertidumbre, en las redes sociales se inundaron de listados con los posibles 15 futuros magistrados del Poder Judicial, pero ninguna de las bancadas se atrevió a confirmar esos nombres.
JORNADA PACÍFICA
Por lo demás, contrario a lo que se pensaba, fue una jornada pacífica y protocolaria con una amplia pantalla en los bajos de la sede del Poder Legislativo para que los curiosos que pasaban por ahí pudieran ver la ceremonia. La Policía mantuvo cerrado el acceso vehicular al casco histórico de la ciudad y casi todos los negocios cerraron por precauciones a posibles enfrentamientos de activistas de los partidos en pugna, como se estuvo rumorando toda la semana.
Sin embargo, activistas del partido de gobierno iniciaron una vigilia pacífica en la plazoleta del Congreso y en el Parque Central hasta que haya humo blanco entre los congresistas. Música en vivo y diferentes sectores populares desfilaron a lo largo de la jornada por esta misma plaza exigiendo una elección transparente.
Arriba, en el hemiciclo, mientras comenzaba la sesión, se percibía una camaradería entre los diputados, pero una vez que entró el presidente Redondo, la bancada nacionalista se retiró en rechazo, según explicaron en un video difundido más tarde, a la ausencia de la Presidenta Xiomara Castro, quien se encuentra en Argentina participando en la VII Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y El Caribe (CELAC).
Como es la costumbre y coincidiendo con el Día de la Mujer, la mandataria tenía que presentar un informe de su primer año de gestión, que se cumple mañana, pero le delegó esta tarea a la designada Doris Gutiérrez y desde Buenos Aires envió un mensaje grabado a la asamblea legislativa abogando por una CSJ independiente.
En su intervención de más de 30 minutos, Gutiérrez leyó una lista de logros del actual gobierno, entre ellos, la energía gratis para más de un millón de hondureños pobres, el subsidio a los combustibles, la eliminación de las Zede, los fideicomisos, la Ley de Secretos y del Empleo por Hora. Al mismo tiempo pidió a la Cámara Legislativa endurecer las penas para los agresores de las mujeres.
Redondo, en cambio, destacó casi los mismos logros mencionados por Gutiérrez y el ahorro de 400 millones en gasto corriente, que a lo largo de 12 años, dijo, mantuvieron los congresos nacionalistas.
Acompañaron esta ceremonia, representantes diplomáticos, entre ellos, la embajadora de los Estados Unidos, Laura Dogu y la representante de la ONU, Alice Shackelford, quienes también expresaron su deseo por una elección transparente y en paz.
