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Tegucigalpa, Honduras.
Pide a los medios de comunicación que permanezcan “neutrales” y elogia a su esposa por su “fuerza” y apoyo. Bill Cosby, el que fuera el perfecto padre televisivo y uno de los humoristas de más prestigio en Estados Unidos, habla por primera vez sobre las acusaciones de más de una veintena de mujeres que han descrito al actor como un “violador en serie”, un “monstruo” y un “depredador sin escrúpulos”, entre otros epítetos, interponiendo demandas con la esperanza de que se haga justicia.
En una entrevista concedida al New York Post, Cosby, de 77 años, ha evitado pronunciarse directamente sobre estos testimonios que han salido a la palestra varias décadas después de que supuestamente sucedieran los hechos. Desde su casa en Massachusetts, al otro lado del teléfono, afirmó que “el amor y la fuerza de la condición de mujer” de su esposa Camille le habían ayudado a capear el temporal.
“Permítanme decirlo una vez más, el amor y la fuerza de la mujer. Y se podría revertir, la fuerza de la feminidad y el amor”, declaró, para inmediatamente cortar la conversación diciendo que no quieren hablar con la prensa.
Daños en su carrera
La policía de Los Angeles ha abierto recientemente una investigación sobre la declaración de Judy Duth, que, de acuerdo a los documentos presentados en un juzgado de Los Angeles, tenía 15 años cuando Cosby usó su tradicional sistema de drogas o altas cantidades de alcohol para después abusar de ella en el dormitorio. En este caso, la cama era una de las muchas que contemplan la mansión Playboy de su amigo Hugh Hefner, el fundador del imperio de las conejitas.
Sus abogados, que no han dejado de negar las acusaciones, han publicado recientemente un enérgico comunicado condenando el “frenesí de los medios” y negando los hechos, calificados como “absolutamente falsos”.
Sin embargo, la reputación de Bill Cosby está ahora mismo por los suelos. Las cancelaciones de programas especiales sobre su figura y el rechazo por parte de las organizaciones con las que ha tenido que ver durante gran parte de su vida, incluyendo la Universidad de Temple, son efecto directo de la polémica.