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Las canchas pueden ver este día a dos futbolistas por los que el Madrid desembolsó en su día (veranos de 2013 y 2014) 180 millones de euros. Gareth Bale y James Rodríguez entraron ayer en la lista de Zidane para el duelo copero ante Unionistas y pueden volver hoy tras las «molestias» que, según el técnico francés, les impidieron tomar parte en la victoria liguera del pasado sábado ante el Sevilla (2-1).
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Una vez más, no hubo parte médico que confirmase las dolencias de ambos futbolistas, inquilinos habituales de la enfermería blanca. Extraoficialmente, el galés sufría problemas musculares en un muslo y el colombiano molestias en un tobillo. Pese a que la semana pasada se entrenaron con normalidad en Valdebebas, Zidane sorprendió dejando a ambos fuera de la citación para recibir al Sevilla.
«Están aptos», dijo ayer Zizou de ambos futbolistas, cuyas ausencias están rodeadas casi siempre de un halo de misterio. Bale no viste la blanca desde el 4 de enero, cuando fue titular en el triunfo del Madrid en la visita al Coliseum (0-3). Después llegó la Supercopa y una infección en las vías respiratorias que le impidió, primero, volar con el resto de la expedición a Yeda. Se le esperaba para la final , pero finalmente Gareth se quedó en Madrid y tuvo que ver por la tele la victoria en los penaltis ante el Atlético.
En Arabia sí estuvo James, que incluso participó en la semifinal ante el Valencia. El colombiano fue suplente y jugó los últimos 13 minutos de un partido que el Madrid dominó con gran solvencia. La final ante el Atleti fue otra historia y en ella Zidane no contó con James, que no tuvo oportunidad a lo largo de los 120 minutos de duelo con los rojiblancos.
Entre lesiones, sanciones, bajas por paternidad y decisiones técnicas, el peso de ambos atacantes en el Madrid 19-20 ha caído en picado. Bale ha marcado dos goles y ha dado dos asistencias. James, un tanto y un pase de gol. Guarismos muy alejados de lo que se espera para dos futbolistas que, en su día, ilusionaron al madridismo, pero que en este curso están jugando un papel residual en el Madrid.