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Desde el 7 de octubre, los ataques del ejército de ocupación israelí en Gaza han causado la muerte de 40,476 palestinos y han dejado a 93,647 heridos, según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza. En las últimas 24 horas, se han reportado tres masacres en las que 41 personas perdieron la vida y 113 resultaron heridas.
La cartera de salud ha señalado que el trabajo de los equipos de rescate se encuentra severamente obstaculizado. Estos equipos luchan por acceder a los cuerpos atrapados bajo los escombros y dispersos por las carreteras, debido a los constantes bombardeos.
Fuentes médicas informan que al menos siete civiles murieron y otros resultaron heridos en un ataque israelí dirigido a Deir al-Balah, el campo de refugiados de Bureij, Khan Yunis y el distrito de Zeitoun en la ciudad de Gaza. Entre las víctimas se encuentran un padre y su hijo que estaban en su casa en el campamento de refugiados de Bureij. Además, otros 20 civiles murieron en distintos bombardeos sobre zonas dispersas de la Franja de Gaza.
En un comunicado en Facebook, el Ministerio de Salud Palestino, en colaboración con el Programa de Rehabilitación Física del Comité Internacional de la Cruz Roja, ha anunciado la detección de casos de tuberculosis, lesiones de médula espinal y lesiones cerebrales resultantes en parálisis de extremidades. Estas condiciones han surgido a raíz de los heridos en la guerra desde octubre de 2023. Se ha habilitado un enlace para que los afectados puedan registrarse y recibir evaluación médica, aunque el sistema de salud gazatí está al borde del colapso.
El sistema de salud en Gaza enfrenta una crisis sin precedentes, con al menos 34 hospitales y 68 centros de salud fuera de servicio debido a los ataques israelíes, y aproximadamente 131 ambulancias dañadas. La falta de infraestructura y recursos adecuados agrava la situación de los heridos y enfermos, poniendo en grave riesgo la vida de muchos palestinos.
