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La coordinadora de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Honduras, Alice Shackelford, abordó la situación del país y los desafíos que enfrenta el actual gobierno en cuanto a la institucionalidad, destacando su persistente debilidad.
Shackelford expresó su preocupación por la fragilidad institucional en Honduras y señaló que los resultados actuales son consecuencia de esta debilidad. No obstante, reafirmó el compromiso de la ONU de seguir acompañando y fortaleciendo a la sociedad civil, grupos organizados y a los actores políticos que buscan implementar cambios significativos.
La representante de la ONU reflexionó sobre la necesidad de construir una Honduras con instituciones más sólidas y un Estado de derecho que tenga un impacto tangible en la vida de las personas. Destacó que el país enfrenta diversos niveles de crisis simultáneamente, subrayando la complejidad de los desafíos.
En relación al cambio de gobierno, Shackelford reconoció que la transformación está llevando tiempo, ya que la nueva administración se encuentra en un proceso de reformas y cambios profundos. Señaló que este es un desafío considerable y que requiere tiempo.
La coordinadora de la ONU también hizo un llamado al Congreso Nacional para que resuma su trabajo y apruebe leyes pendientes, instándolos a cumplir con su función de veeduría no solo en los temas más destacados, sino también en las leyes que están pendientes.
Shackelford enfatizó la importancia del diálogo entre la sociedad civil y el gobierno, incluso en medio de diferencias de opinión. Subrayó la necesidad de encontrar una agenda común para Honduras, centrándose en áreas críticas como la reducción de la pobreza, la prevención de feminicidios y la seguridad alimentaria. Concluyó reafirmando el compromiso de la ONU en seguir acompañando estos esfuerzos.
