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Cuando la gente piensa en Comayagua asocia la comunidad al pasado colonial de nuestro país, no obstante; en Ajuterique, la esencia es meramente Lenca y las paredes de sus casas, invitan a pasar un buen rato en familia, especialmente para disfrutar de un espectáculo colorido y brillante por las noches.
Las comunidades actuales del valle de Comayagua tienen en su mayoría origen en antiguos poblados de nuestros pueblos originarios, en el caso de Ajuterique, este es un antiguo barrio del que fuera llamado por los españoles el Pueblo de Indios de Lexamaní, comunidad Lenca prehispánica.
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El bello Ajuterique, tal como ocurre en los pueblos antiguos, y con la influencia de la conquista, existe una delicada mezcla de culturas que en el caso de Ajuterique se ha acentuado con la elaboración de murales y decorados urbanos que invitan al visitante a regresar.
En Ajuterique, a partir del año 2013, se inició el proyecto «Arte para la construcción de una Cultura de Paz» cuyo propósito es promover que los jóvenes se involucren en actividades artísticas y culturales que contribuyan a sus comunidades a vivir en paz, armonía y libres de la violencia; esta iniciativa fue promovida por el Programa de Naciones Unidas, Plan Honduras y actualmente es apoyada por One Town one Product,
Los murales son una contribución de varios artistas, como ocurre en Trinidad, Santa Bárbara y Cantarranas, pueblos que han invertido en cultura y arte, y que hoy en día, son un valor agregado para el turista que les visita.
Para llegar a ese engalanado municipio de Honduras, sobre la carretera CA5, en dirección al norte del país, y frente a la ciudad de Comayagua, se toma el desvío y en un tiempo aproximado de 15 minutos, llegará a la bella Ajuterique.