Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
Según los informes, el internacional francés Samuel Umtiti abandonó el campo llorando después de que él y su compañero de equipo de Lecce, Lameck Banda, sufrieran abusos racistas por parte de los fanáticos del Lazio que visitaban la Serie A de Italia el miércoles.
El árbitro detuvo el juego en la segunda mitad debido a las burlas racistas «procedentes del sector visitante ocupado por los seguidores de la Lazio», dijo la agencia de noticias italiana Ansa.
El defensa camerunés Umtiti, que ganó la Copa del Mundo de 2018 con Francia y está cedido en el Lecce por el Barcelona, fue el objetivo principal de los abusos.
Los fanáticos de Lazio también lanzaron insultos racistas al internacional zambiano Banda durante la primera mitad, informó Ansa.
El presidente de Lecce, Saverio Sticchi Damiani, dijo que el árbitro detuvo el juego y después de que los locutores del estadio pidieron que cesara el abuso, «Umtiti pidió que se reanudara el partido».
Umtiti, de 29 años, abandonó el campo llorando al final del partido y también recibió una ovación de pie de la multitud de Lecce, según los medios italianos.
«Quería responder en la cancha a los insultos. Reaccionó como un verdadero campeón», dijo Damiani al periódico Gazzetta dello Sport.
Lecce, que ganó 2-1, luego elogió a sus fanáticos por responder al abuso coreando el nombre de Umtiti.
«¡Los insultos racistas fueron ahogados por los vítores de aliento para nuestro campeón!» dijo el club en Twitter, junto con el hashtag en inglés #KeepRacismOut.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también apoyó a Umtiti y Banda.
“Gritemos alto y claro: ¡NO AL RACISMO! ¡Que la gran mayoría de los hinchas, que son buena gente, se pongan de pie para callar a todos los racistas de una vez por todas!”. escribió en una publicación de Instagram.
Este no es de ninguna manera el primer caso de abuso racista en el fútbol italiano, particularmente entre clubes que tienen conexiones con la extrema derecha del país.
Los grupos de fanáticos fascistas son comunes en toda Italia. El grupo de ultras de Lazio, los «Irriducibili», tiene seguidores incondicionales con vínculos con la extrema derecha que se remontan al menos a la década de 1970.
