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Los aspirantes a diputados de los tres partidos que participaron en el proceso electoral primario del domingo pasado han abarrotado en los últimos dos días el Centro de Divulgación que habilitó el Tribunal Supremo Electoral (TSE), en un hotel capitalino donde vigilan de cerca los resultados.
Desde el lunes en la “mañanita”, decenas de precandidatos de los partidos Nacional, Liberal y Libertad y Refundación (Libre) exigían a las autoridades del máximo ente electoral un espacio para poder estar pendientes de cómo se desarrollaba el escrutinio.
Fue así que el TSE habilitó una sala con unas 40 computadoras donde los precandidatos se han “pegado” con libreta y lápiz en mano, para ir haciendo la sumatoria cada minuto y otros pasan viendo para arriba y para abajo el monitor, debido a la variación del proceso.
En el Partido Nacional, las doctoras Karla Pavón y Johana Bermúdez, así como Kilvett Bertrand hijo, fueron los primeros en llegar el lunes, para asegurarse que no los fueran a dejar relegados debajo de los 23, y ayer martes, seguían contando.
Mientras que en Libre el profesor Luis Sosa madrugó para estar también a la “vigiona”, sin embargo, ayer el líder de “Los Indignados”, Miguel Briceño, denunció que algunos diputados que salieron como los más votados fueron favorecidos porque “inflaron” las urnas.
La guerra se desató ayer entre los aspirantes de los movimientos “Por Honduras, Por Nosotros” y “Nuevo Liberalismo” del Partido Liberal, ya que este último hasta la tarde de ayer había logrado subir de cinco a siete diputados y esperaban más.