Tegucigalpa, Honduras.
Abarrotadas de pasajeros amanecieron las terminales de buses de la ciudad este día. Y es que la desesperación por encontrar un boleto convirtió las estaciones en campos de batalla, donde solo ganan los que abordan las unidades.
Inmensas filas, empujones y ansiedad, pero sobre todo felicidad aploma en los viajeros que anhelan estar ya, con sus familias del interior del país.
Dentro de sus maletas cargan todo tipo de regalos, encargos, artículos y sueños que les permitan llegar a sus pueblos con las manos llenas para celebrar la Nochebuena.
“Ya quiero ver a mi viejita, este año no he ido y estoy con eso, pero estos cuatro días que me dieron la voy a consentir”, expresó entre risas Moisés Durón, quien vive en la ciudad de Catacamas.
Los conductores por su parte aguardan frente al timón, agotados y pensativos de lo que será una de las jornadas más exhaustivas del año.
Y es que, según datos, se estima que en las 44 terminales que cubren los recorridos hacia el interior del país viajarán 500 mil hondureños.