Las autoridades del Banco Central de Honduras (BCH), dieron a conocer, que, para el 10 de octubre de este año, el país había recibido en concepto de remesas, unos 4 mil 228.2 millones de dólares, similar a lo que percibió el país en el 2017, impulsadas con crecimiento interanual de 12.2 por ciento.
En ese sentido, el ingreso de divisas de los agentes cambiarios ascendió a 9 mil 589.5 millones de dólares, mostrando una variación interanual de 4.4 por ciento, en la que las remesas familiares representan en 44.1 por ciento de esa cantidad.
Los flujos de remesas favorecen a Honduras en lo concerniente a la posición externa del país, para el cierre de 2019 y 2020, el déficit en cuenta corriente de la Balanza de Pagos como porcentaje del PIB se ubicaría en 3.8 por ciento para ambos años, inferior al observado en 2018 y similar al estimado en el Programa Monetario 2019-2020 que es de 3.8 y 3.7 por ciento, respectivamente.
Ese comportamiento es atribuido principalmente a la reducción de las importaciones de materias primas y productos intermedios, así como de bienes de las remesas familiares.
Cabe resaltar que las autoridades nacionales para este 2019, en el Programa Monetario estimaba un crecimiento de 8.2 por ciento en los envíos monetarios a familias hondureñas, sin embargo, ya supera en 4 puntos dichas expectativas.
Mientras, para el 2020 se espera un crecimiento de 6.0 por ciento, explicado en parte también por la disminución del desempleo hispano en los Estados Unidos; lo anterior contrarrestado en parte por las menores exportaciones de bienes.
En ese contexto, se espera que el saldo de reservas internacionales, permita mantener una cobertura superior o igual a 5.0 meses de importación de bienes y servicios, contribuyendo a preservar una posición externa favorable.
Por otra parte, los indicadores resaltaron que al mismo 10 de octubre de 2019, el saldo de Activos de Reserva Oficial (ARO) del Banco Central de Honduras (BCH) fue de 5 mil 350.4 millones de dólares, con una cobertura de las Reservas Internacionales, según la metodología del Fondo Monetario Internacional (FMI) se situó en 5.2 meses de importación de bienes y servicios.