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Tegucigalpa, Honduras.
La vida de Ramona Matute de 88 años y su esposo José Pavón de 86 años de edad, paso del miedo al derrumbe de su hogar y el frio; a la tranquilidad, seguridad y calor de un hogar digno gracias a que el programa Vida Mejor, les reconstruyó su vivienda en la Colonia Aurora de esta Capital.
Su casa era de rajas de madera, techo de zinc, ya inservible y piso de tierra, ahora mediante la gestión de Lisandro Rosales, Ministro de Desarrollo e Inclusión Social y Mario Pineda, Director del instituto de Desarrollo Comunitario Agua y Saneamiento (IDECOAS-FHIS-PRONADERS), esta pareja de adultos mayores tiene una casa de cemento, con instalaciones de agua potable y aguas negras, menaje para su comodidad y una acera frontal de 80 metros que también beneficia a 114 vecinos.
Esta acción de ayuda mediante el programa Vida Mejor, fue posible por la intervención e identificación de la pareja de ancianos que realizó la Confraternidad Evangélica de Honduras que dirige el pastor Alberto Solórzano, quien hizo el llamado de auxilio que permitió la pronta respuesta de las autoridades del Gobierno del Presidente Juan Orlando Hernández.
Vida Mejor es un programa Integral que busca la concatenación de esfuerzos entre instituciones de Estado con fines sociales, para que mejoren las condiciones de Vida de las familias que viven bajo la línea de la extrema pobreza, además con esta intervención se generaron 17 empleos locales directos y 36 indirectos.
En 2014 más de medio millón de familias recibieron al menos un beneficio de esta plataforma social en el país, 916 hogares cuentan con una vivienda nueva, digna además de la construcción de 14 mil 487 pisos de cemento, 12 mil 154 familias con un nuevo techo de zinc, de igual forma 10 mil 249 hogares mejoraron sus condición de saneamiento con la dotación de una pila para almacenar agua.
El programa Vida Mejor logró avanzar con la construcción de 13 mil 471 letrinas, la instalación de 13 mil 722 filtros de agua; y 13 mil 206 eco fogones, todas estas acciones además de generar condiciones de vida digna, producen un impacto cualitativo en materia de salud, especialmente en los niños al reducir enfermedades estomacales y de vectores.