Exagente de la DEA Mike Vigil Advierte Consecuencias Devastadoras por Denuncia del Tratado de Extradición en Honduras
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El exagente de la Administración para el Control de Drogas (DEA), Mike Vigil, lanzó una severa advertencia sobre las posibles repercusiones de la reciente decisión del gobierno de la presidenta Xiomara Castro de denunciar el tratado de extradición entre Honduras y Estados Unidos. Vigil, conocido por su vasta experiencia en la lucha contra el narcotráfico en la región, describió la medida como un «error muy grande» que podría traer consecuencias devastadoras tanto para Honduras como para la relación bilateral con Estados Unidos.
Vigil subrayó que la denuncia del tratado podría permitir que el crimen organizado y el crimen transnacional operen con mayor impunidad en Honduras, lo que se traduciría en un aumento significativo de la violencia y la corrupción. «Las consecuencias van a ser enormes», afirmó, advirtiendo que esta acción podría dañar seriamente la imagen internacional de Honduras y erosionar la confianza en la cooperación en materia de seguridad con Estados Unidos.
Recordó los eventos que llevaron a la captura y extradición del expresidente Juan Orlando Hernández y su hermano Tony Hernández, quienes fueron acusados de participar en una conspiración que, a los ojos de la comunidad internacional, convirtió a Honduras en un narcoestado. «Ahora, con la denuncia del tratado de extradición, eso puede traer sanciones y afectará sobre todo al pueblo hondureño», advirtió Vigil, quien expresó preocupación por las posibles sanciones y la pérdida de apoyo económico de Estados Unidos.
El exagente también hizo referencia a la lucha histórica del Cartel de Medellín contra la extradición, citando las palabras del fallecido capo Pablo Escobar: «Prefiero una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos». Vigil destacó el temor de los criminales al tratado de extradición, ya que los saca de su infraestructura criminal y elimina su capacidad para amenazar o sobornar desde el exterior.
Vigil anticipó que la decisión del gobierno hondureño podría provocar una fuerte reacción negativa por parte de los congresistas estadounidenses, quienes ya han expresado su preocupación por este movimiento. «Posiblemente van a sancionar y no van a apoyar económicamente a Honduras, lo que afectará la relación entre ambos países y tendrá muchas consecuencias», concluyó, enfatizando que los principales perjudicados serán los hondureños, quienes enfrentarán un panorama de mayor inseguridad y aislamiento internacional.
