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El impacto de los videojuegos en el bienestar mental ha suscitado preocupaciones debido a su uso generalizado. No obstante, la evidencia que respalda esta noción se basa principalmente en estudios correlacionales, lo que subraya la necesidad de investigar más a fondo la relación causal.
Por este motivo, el equipo liderado por Hiroyuki Egami de la Universidad Nihon en Japón evaluó el impacto causal de los videojuegos en el bienestar mental utilizando diferentes consolas de juegos como un experimento natural.
Se emplearon datos de encuestas de 97.602 participantes japoneses de entre 10 y 69 años. Se examinaron la posesión de los videojuegos, las preferencias de juego, el tiempo dedicado, la salud mental, la satisfacción con la vida y las características sociodemográficas. Además, se aplicaron técnicas de machine learning para optimizar el análisis.
Se descubrió que tener una consola de juegos y usarla con frecuencia mejoraba el bienestar mental, reduciendo la angustia psicológica y aumentando la satisfacción vital (DE: 0,1-0,6). Sin embargo, jugar más de 3 horas al día disminuía estos beneficios. Además, se observó que este efecto variaba según factores socioeconómicos como el género, la edad, el empleo y la estructura familiar. Por otro lado, el algoritmo de machine learning mostró que los beneficios también dependían del tipo de consola: la PlayStation 5 fue menos beneficiosa para los adolescentes y mujeres, mientras que la Nintendo Switch ofrecía mayores ventajas para los adolescentes.
Estos hallazgos subrayan la necesidad de investigar más a fondo los mecanismos que explican cómo los videojuegos afectan la salud mental. Además, destacan la importancia de diseñar políticas que consideren las diferencias en los efectos del tiempo frente a la pantalla de diversos medios digitales en diferentes grupos poblacionales.
