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Según un comunicado de Unicef divulgado este viernes, al menos 32 niños han perdido la vida y decenas han resultado heridos durante las violentas protestas estudiantiles que han agitado Bangladés desde el mes pasado.
La agencia de la ONU para la infancia confirmó estos datos a través de su director regional para Asia Meridional, Sanjay Wijesekera, quien calificó la situación como una «pérdida terrible».
Las protestas comenzaron a principios de julio en oposición a una nueva política de cuotas que asigna el 30 % de las plazas gubernamentales a los descendientes de los veteranos de la guerra de liberación de Bangladés.
Los manifestantes alegaron que este sistema era discriminatorio y favorecía al partido gobernante, la Liga Awami, estrechamente vinculada al movimiento independentista que logró la independencia del país en 1971.
Los enfrentamientos entre los manifestantes y las fuerzas de seguridad han sido intensos, con reportes que indican que al menos 194 personas murieron en julio, aunque los organizadores del movimiento estudiantil elevan la cifra a 266.
Entre las víctimas se encuentra Abdul Ahad, un niño de cuatro años que falleció tras recibir un disparo en el ojo mientras estaba en el balcón de su casa durante un tiroteo cercano.
El conflicto sigue generando una gran agitación en el país, con una creciente preocupación internacional sobre la seguridad y el bienestar de los menores afectados.
