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Honduras enfrenta una creciente crisis de violencia contra las mujeres, según denunció el Centro de Derechos de Mujeres (CDM) en un informe presentado este miércoles.
El documento, basado en datos recopilados por el Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres, revela que entre 2023 y los primeros quince días de 2024, al menos 402 mujeres perdieron la vida de manera violenta en el país.
El informe detalla que solo en el año pasado, 386 mujeres fueron asesinadas, lo que equivale a una muerte violenta cada 23 horas.
Según las cifras proporcionadas por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y ONU Mujeres, Honduras ocupa el triste título de ser el país «más peligroso» para las mujeres en América Latina y el quinto a nivel mundial con la tasa más alta de feminicidios, registrando 6,47 por cada 100.000 habitantes, superando a Guatemala y México.
El CDM, galardonado con el Premio de Derechos Humanos Europa en diciembre pasado por su labor en defensa de los derechos de las mujeres, expresó su profunda preocupación por el aumento de la violencia contra las mujeres en las dos primeras semanas de enero, con al menos 16 víctimas mortales en ese corto período.
La organización condenó abiertamente el «silencio» de la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ante la emergencia de feminicidios en el país.
Además, instó al Gobierno a tomar medidas inmediatas de prevención y a aprobar la Ley Integral contra la Violencia hacia las Mujeres, presentada en noviembre de 2022 y que aún no ha sido discutida.
El CDM considera «urgente» establecer un mecanismo de «respuesta inmediata» ante la desaparición y muerte violenta de mujeres.
Asimismo, exige a las autoridades hondureñas la implementación de un plan integral para abordar la crisis de feminicidios, con un enfoque de género real y orientado a lograr una justicia restaurativa, que tenga en cuenta a los familiares de las víctimas.
La situación, marcada por la violencia de género perpetrada principalmente en el entorno cercano a las víctimas, revela la necesidad apremiante de medidas concretas y efectivas para proteger la vida de las mujeres hondureñas y erradicar la impunidad que rodea estos crímenes.
