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La clínica establecida por Médicos Sin Fronteras (MSF) en el barrio Guamilito de San Pedro Sula, Honduras, se ha convertido en un refugio vital para trabajadoras sexuales, como «Carolina», en la prevención del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Con más de 42 mil personas viviendo con VIH en Honduras y 918 nuevas infecciones en los primeros diez meses de 2023, MSF despliega esfuerzos significativos para abordar esta problemática.
Carolina, una trabajadora sexual de 37 años, compartió su experiencia en la clínica de MSF después de sufrir violencia sexual. La clínica ofrece tratamiento como la Profilaxis Post Exposición (PEP) para prevenir el VIH, así como prevención y tratamiento de infecciones de transmisión sexual y atención en salud mental.
La clínica también se enfoca en la prevención del VIH con la Profilaxis Preexposición (PrEP). Hasta la fecha, se han realizado más de 177 tratamientos PEP y más de 240 personas han recibido PrEP, con la mitad de ellas continuando el tratamiento debido al riesgo de infección. La clínica no solo aborda la atención médica, sino también la salud mental, educación en salud y acompañamiento social.
La coordinadora del proyecto de MSF, Laureline Lasserre, destaca la importancia de cerrar brechas de acceso a la salud para reducir la vulnerabilidad de estas poblaciones y cómo la amabilidad y empatía hacen la diferencia en la atención médica y psicológica. La clínica ha beneficiado a más de 15 mil 577 personas a través de actividades comunitarias en los últimos dos años.
Este enfoque integral busca devolver autonomía a estas personas, reconociéndolas como individuos con diversas dimensiones más allá de su ocupación, identidad de género u orientación sexual. La iniciativa de MSF va más allá de la atención médica, contribuyendo a cambiar realidades inaceptables en estas comunidades vulnerables.
