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El dulce de leche es un tesoro que ha marcado la infancia de muchos y que sigue siendo un favorito en la mesa de los hogares hondureños. Este postre tradicional, con su sabor y textura suave, es un recordatorio de la calidez de la infancia y un vínculo con nuestras raíces culinarias.
Este dulce es mucho más que un postre; es una experiencia que nos conecta con la memoria y las tradiciones de Honduras. En cada bocado podemos recordar cuando nuestras abuelas preparaban esta delicia para disfrutar con una taza de café o como un postre después del almuerzo.
¿Por qué el dulce de leche es tan querido?
Por otro lado, lo que hace que este dulce sea aún más especial es la sencillez en su elaboración. Con ingredientes básicos que se encuentran en la mayoría de los hogares hondureños, cualquier persona puede recrear este postre tradicional. La receta es un tesoro culinario que se ha transmitido de generación en generación, de madres a hijas e hijos y que ahora también puedes encontrarlos en los mercados más cercanos.
Asimismo, el Dulce de leche se disfruta en diversas ocasiones, desde snacks reconfortantes hasta postres que endulzan el final de una comida. Acompañado de café, leche o simplemente en su forma pura, este manjar es un placer para el paladar.
En un mundo de postres sofisticados y exóticos, el Dulce de leche de Honduras es un recordatorio de que la sencillez y la tradición pueden ser igual de deliciosas. Es un tesoro que perdura en el tiempo y en nuestros corazones, una delicia que nos une a través de las generaciones y nos conecta con la calidez de la cultura hondureña.
INGREDIENTES
- 2 tazas de azúcar
- 2 tazas de leche
- 2 rajas de canela
- ½ cucharadita de polvo para hornear
PASO A PASO
- Colocar todos los ingredientes en una olla y mezclar bien hasta incorporar, colocar a fuego alto y dejar que rompa hervor, bajar el fuego y dejar reducir un poco hasta que la mezcla se torne color caramelo.
- Una vez espeso extender la mezcla sobre una bandeja engrasada, dejar enfriar por completo y cortar en cuadros.