Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
El municipio de Tomalá, con una rica historia que se remonta a su fundación, inicialmente formó parte del curato de Sensenti. No fue sino hasta 1895 que se unió oficialmente al departamento de Lempira, marcando un hito importante en su desarrollo.
Históricamente habitado por personas de ascendencia Lenca, también se evidencia una influencia de los pipiles, un pueblo indígena nahua, que dejó su huella en la comunidad. En la actualidad, Tomalá alberga a 6,774 habitantes, con un 60% de origen Lenca y el resto perteneciente al grupo ladino.
El nombre del municipio, «tierra cálida», refleja su ubicación al margen del río San Francisco y en las proximidades de la montaña de Tambla, proporcionando un entorno natural encantador.
Uno de los tesoros de Tomalá es su templo católico, dedicado a La Virgen de Los Remedios, que se erige como el segundo santuario religioso más importante de Honduras. Este lugar de culto es un testimonio de la arraigada fe y devoción de la comunidad.
El territorio de Tomalá se compone de 13 aldeas y abarca aproximadamente 47.659 kilómetros cuadrados. Esta extensión ofrece un escenario impresionante para una amplia gama de actividades económicas, destacando el cultivo de café, frijol, arroz, maíz, naranja, toronja, limón, mango, caña de azúcar, soya y maicillo, que contribuyen significativamente a la prosperidad de la región.
Tomalá no solo es un lugar de raíces históricas profundas, sino también una comunidad vibrante y productiva que celebra su patrimonio cultural y su rica diversidad. Con su paisaje pintoresco y su gente acogedora, este municipio es un verdadero tesoro en el corazón de Honduras.
