La ONU y líderes religiosos dialogan sobre la prevención y abordaje de la violencia contra mujeres y niñas en Roatán
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Convenidos por Naciones Unidas y Ecuménicas por el Derecho a Decidir, un grupo de al menos 40 líderes y lideresas de diversas iglesias participaron en una sesión de intercambio de conocimientos y estrategias para la prevención y eliminación de violencias contra mujeres y niñas en Honduras.
La actividad se realizó en seguimiento a una serie de Diálogos Interreligiosos para prevención y eliminación de violencia contra mujeres y niñas y femicidios (EVCMN-F) realizados en el marco de la Iniciativa Spotlight, una alianza global entre la Unión Europea y Naciones Unidas para erradicar este tipo de violencia.
En 2022, Honduras ocupaba el puesto número 11 en el ranking de violencia contra la mujer en el mundo y en 2021 fue el país latinoamericano con la tasa más alta de femicidios. Hasta el 19 de junio del 2023, el Instituto Universitario de Paz y Democracia (IUDPAS), registró 219 muertes de mujeres de forma violenta. Naciones Unidas y la Unión Europea apostaron a luchar contra este flagelo a través de la implementación de Iniciativa Spotight, la cual ejecutó 11.6 millones de dólares (aproximadamente 285.6 millones de lempiras) durante 4.5 años en 4 departamentos del país: Francisco Morazán, Intibucá, Cortés y Atlántida.
Durante el encuentro, Ecuménicas por el Derecho a Decidir presentó los resultados de esa serie de diálogos y la Estrategia de Sostenibilidad propuesta para la continuidad. Asimismo, Naciones Unidas, a través de ONU Mujeres, presentó los hallazgos principales del “Estudio de Tolerancia Social e Institucional hacia la violencia contra mujeres, niñas y adolescentes en Honduras” donde se evidencia la impactante normalización de esta en la sociedad.
El Estudio es una alerta que requiere la atención de todos los sectores, al señalar que 5 de cada 10 MNA en Honduras, han sido víctimas de violencia física, y que la violencia a través de la religión se puede manifestar de diferentes formas, una de ellas es a través del Adultocentrismo como “la norma social que proyecta a las personas menores de 18 años como objetos moldeables para la reproducción y continuación de normas, creencias y actitudes. Afectando los derechos humanos básicos de niñas, niños y adolescentes al discriminar, subordinar y relegar sus ideas, propuestas y sentimientos, solo por el hecho de tener una edad menor. A largo plazo, instala la creencia de que son propiedad de los adultos a su cargo, aumentando la vulnerabilidad a violencia y discriminación”.
En este encuentro se sostuvo un diálogo abierto sobre las acciones que las iglesias, y sus líderes, sobre el rol clave de la iglesia como generador de normas sociales en la comunidad y cómo pueden contribuir a prevenir, abordar y erradicar la violencia contra mujeres. Además, se apunta a fortalecer el movimiento de líderes religiosos de influencia para que cumplan el rol de veedores de la institucionalidad del Estado en la responsabilidad de esta problemática de salud, justicia social y derechos de las mujeres.
“Nada justifica la violencia y no debemos tolerarla. Saludamos la participación de las y los líderes religiosos en este encuentro y el diálogo sostenido para contrarrestar la violencia contra mujeres y niñas en el país”, comentó Alice Shackelford durante su intervención en el evento.
A su vez, reiteró el compromiso de Naciones Unidas en continuar acompañando al Estado, a las organizaciones basadas en la fe, a las organizaciones de mujeres y feministas, y demás sectores, en la lucha para prevenir y erradicar la violencia contra mujeres y niñas en Honduras.