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El Día de la Mujer Hondureña es una fecha importante de recordar, ya que debemos entender el papel importante que cumplen las hondureñas tanto en la historia, desarrollo y prosperidad de Honduras. También es una oportunidad para memorar la lucha histórica por histórica por los derechos sociales, políticos y civiles de las mujeres que aún se deben alcanzar.
Una importante pieza de la sociedad
Según el Instituto Nacional de Estadística, las mujeres representan el 52% de la población y son un tercio de la fuerza económica del país. También cumplen los roles socialmente establecidos conocidos como trabajo invisible: amas de casa y cuidadoras. Ellas permiten que la sociedad funcione de la mejor manera.
A pesar de los avances que la sociedad ha logrado en materia de equidad de género hace apenas 65 años las mujeres no eran reconocidas como ciudadanas. Aún existe un lastre en su integración social que es responsabilidad de todos alcanzar.
La situación en las comunidades rurales e indígenas puede llegar a ser aún más complicada. A pesar de que son las mujeres quienes sostienen la economía y transmiten la cultura y tradición de los pueblos no gozan las mismas libertades que los hombres.
Avanzando a un país más justo
El espíritu trabajador que destaca la mujer hondureña la impulsa a prepararse académicamente. Aproximadamente el 60% de los estudiantes universitarios en niveles de grado y posgrado son féminas.
Esto significa que una sociedad más educada y preparada estará liderada por mujeres trabajadoras y emprendedoras que, con sus grandes sacrificios han logrado abrirse paso en el mundo. Construyendo una sociedad mejor.
Conmemorar el Día de la Mujer Hondureña es reconocer la lucha que ellas han realizado por generaciones para ser reconocidas como una parte vital de nuestra sociedad.
También nos permite concienciarnos acerca de la realidad moderna y los problemas económicos, laborales y sociales que deben enfrentar cada día. Pero sobre todo nos permiten celebrar el esfuerzo, trabajo y empeño que las caracteriza para poner en alto el nombre de Honduras.
La igualdad entre los géneros no es solo un derecho humano fundamental con el que todos estamos comprometidos; sino la base necesaria para conseguir una Honduras pacífica, próspera y sostenible.