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Roatán cuenta con un magnífico lugar flotante sobre el mar donde entre familiares y amigos puedes pasar un momento de tranquilidad y de mucha diversión.
Se trata de los Aggressor una empresa que surge desde hace 30 años.
El empresario turístico Romeo Silvestri , realata que los dueños de estos barcos no podían operarlos debido al decaimiento del petróleo y el alto costo de los carburantes, razón por la que decidieron en ese momento habilitar sus unidades para que los turistas disfrutaran de un tiempo ameno en el mar.
Roatan Aggressor, llega a la isla hace 25 años como una iniciativa de Silvestri, «En esos tiempos había un problema en cuanto a la llegada tardía de las maletas de los visitantes, luego de un tiempo fallece mi 
socio y se me hizo un poco difícil mantener los barcos a flote en el lugar, por lo que se decidí desistir por un tiempo de este servicio»cuenta.
Años después logra establecer comunicación con el capitán dueño mayoritario del bote y se implementan de nuevo los servicios del Roatán Aggressor. Por un tiempo también se contó con un Aggressor en Útila, que por cuestiones económicas, se desistió de este servicio.
Roatán Aggressor en la actualidad
En la actualidad, las personas pueden ingresar al yate un sábado e iniciar al día siguiente un grato recorrido que los traerá a tierra firme luego de una semana.
Las reservaciones de este lujoso servicio de yate son casi completas, teniendo este una longitud de 120 pies, 24 pies de ancho y la capacidad de almacenar 18 huéspedes , más 8 tripulantes en un ambiente personalizado, sin duda la mejor manera de visitar la isla.
En enero se espera mantenerlo parado por tres semanas por mantenimiento exclusivo del yate. Durante la estadía en este barco podrán disfrutar de las maravillas del buceo recreativo, científico, teniendo en cuenta la idea de vivir abordo, de esta manera se crea el lema -Bucee, Coma y Duerma-, permitiendo qué hasta el día de hoy, existan unos 28 Aggressor en el mundo cada uno con su especialidad.
Esta maravilla flotante ofrece a los turistas «cinco buceos al día y uno en la noche, además una visita a Útila, Cayos Cochinos, banda norte, banda sur y si el tiempo lo permite se puede llegar hasta la isla de Guanaja, incluso cuando el mar esta picado se recurre al otro extremo para mantener el turista interesado el bote cuenta con libros, revistas, fotografías para que se entretenga mientras permanece en el lugar» manifiesta el empresario.
Las personas que quieran vivir una experiencia en el Aggressor pueden avocarse con Romeo Silvestri quien se encargará de establecer comunicación con la oficina central del yate.
En diferentes partes del mundo existe un Aggressor de esta calidad inclusive en el Desierto del Sahara, en el sur de Costa Rica, el Mar Rojo, el Caribe, Coco Island siempre cada uno manteniendo su esencia.