Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.
Fundada por los españoles en el año 1536, según apuntes históricos, hoy en día es uno de los tres atractivos turísticos más visitado por nacionales y extranjeros en Honduras.
Además de Gracias, otros pueblos como Belén son el motivo para los visitantes asegura Mario Cálix, presidente de la Cámara de Turismo Capítulo de Lempira.
La importancia de Gracias, se consolidó rápidamente, por los abundantes recursos naturales que poseía la zona.
Para el año de 1544, se estableció en la ciudad la Audiencia de los Confines, la máxima autoridad administrativa española en las territorios que comprenden desde los actuales estados sureños de México hasta Nicaragua.
Con este nuevo estatus, Gracias comenzó a recibir la llegada de numerosos comerciantes y autoridades eclesiásticas que transformaron su arquitectura y la estructura socioeconómica. Desafortunadamente, la bonanza duró poco y en unos cuantos años, la Audiencia fue trasladada a Antigua Guatemala.
Gracias, es ahora una de esas ciudades dormidas que parece despertar de un largo y profundo letargo. Oculta a los ojos de los turistas y los empresarios, la ciudad se mantuvo discretamente aparte de las rutas turísticas y su comercio ahora es pionera en el turismo cultural.
En la actualidad, Gracias es una ciudad que comienza a abrirse al mundo y desea mostrar todos sus tesoros naturales y culturales. Ubicada en las faldas del parque nacional Celaque, la ciudad cuenta con un gigantesco potencial para el turismo científico y el ecoturismo. Con sus cuatro magníficas iglesias, casas, calles y haciendas coloniales, la ciudad cuenta con una riqueza arquitectónica incomparable.
Gracias es la ciudad más importante del departamento de Lempira y la llave para visitar las extraordinarias iglesias coloniales de los cercanos poblados de la Campa, San Manuel de Colohete y Belén Lempira. Quizás las iglesias coloniales más bellas de Honduras.