“El mundo entero vino aquí a Honduras a asistirnos”: Expresidente Carlos Flores tras 20 años del huracán Mitch

Tegucigalpa, Honduras

0 620

Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.

El expresidente de Honduras, Carlos Roberto Flores, recordó este martes los momentos de dolor que provocó en millones de hondureños el devastador huracán Mitch y cómo enfrentó con estoicismo la tragedia.

El huracán Mitch pasó por el país del 22 de octubre al 5 de noviembre de 1998. “Fue una tragedia de proporciones bíblicas, dijeron los visitantes que estuvieron aquí para testimoniar aquél siniestro”, subrayó.

El fenómeno natural dejó más de ocho mil muertos, 12 mil heridos,  siete mil desaparecidos, 500 mil damnificados y cinco mil millones de dólares en pérdidas.

Al respecto, Flores dijo: “es considerado uno de los huracanes más violentos, más dañinos de los dos siglos”.

Recordó que los daños “no solo fueron en una ciudad o una zona, sino que se paseó por todo el país. No hubo punto o rincón que no tocase el huracán”.

“Quedamos como si tratase de un rompecabezas, diseminado en cientos de pedazos. Los damnificados sumaron un millón 400 mil personas, casi el 25 por ciento de la población”, dijo.

Señaló que tras el paso del huracán Katrina por Nueva Orleans​ en Estados Unidos (EEUU) “no pudieron llegar los auxilios y es la potencia más poderosa del mundo”.

Apuntó que al gobierno estadounidense le tardó varios años en poder reconstruir una ciudad. “eso fue solo en una ciudad y esto (el huracán Mitch) tocó todo el país”, manifestó.

Declaró que “las primeras horas, cuando sentimos el impacto estremecedor de aquellos vientos y aquellas lluvias torrenciales, yo creí que los daños solo iban a ser en San Pedro Sula”.

Dijo que al principio el fenómeno climático estuvo estacionado en el Caribe unas 36 horas y prácticamente inmovilizado en categoría cinco.

Desde Tegucigalpa se manejaron –dijo Flores- los distintos operativos debido a que la carretera de Tegucigalpa hacia el norte de Honduras se había despedazado en cinco partes.

Desastre

“Cada quien vio el desastre focalizado en la región donde vivía y si no es por las imágenes no se enteran de lo que estaba sucediendo en el resto del país”, indicó.

Recordó que Tegucigalpa y Comayagüela estaban incomunicadas. “Se fue el agua potable, solo quedó funcionando una represa, la Concepción. La represa Los Laureles quedó azolvada”.

“No podías transportar gasolina del sur ni de la costa norte, una cosa terrible, porque llovió durante dos semanas consecutivas. No podíamos ir por ningún lado”, detalló.

Mientras que en los campos bananeros –señaló Flores- que se veía la gente sobre los techos de sus casas porque estaban inundadas.

Acciones

Explicó que primero se tomaron las labores de emergencia. “Era para evitar más muertes y hacer las evacuaciones”, puntualizó.

“La represa de El Cajón, que estaba vacía se llenó en dos días, cosa que se creía imposible, después hubo que hacer evacuaciones sobre El Progreso, que ya estaban inundados”, indicó.

Flores dijo: “lo primero fue evitar el desastre tuviese mayor repercusión en humanos”.

Comunidad internacional

Respecto al apoyo de la comunidad internacional, Flores comentó que “el mundo entero vino aquí a Honduras a asistirnos”.

“Nosotros fuimos a la Casa Blanca a plantearle a Washington la tragedia y tres cosas necesitábamos en forma urgente: Era un éxodo aquí por la vulnerabilidad que había y porque se había deshecho toda una vida. La gente empacó y en una bolsa les cabía la vida, se fue con su bolsa. Era una migración masiva la que había allá”, dijo

“Los hondureños no estaban protegidos y eran los que mayormente deportaban, porque decían que no habíamos sufrido los embates de la guerra de los 80. Entonces la primera solicitud fue un Estatus de protección temporal para ellos y una moratoria a las deportaciones”, explicó

Recordó que las remesas internacionales apenas sumaban unos 280 a 300 millones de dólares. “Una vez que nos dan la moratoria y seguridad para que los hondureños puedan trabajar sin temor a que puedan ser deportados, las remesas comienzan a crecer”, expresó.

“Esa cantidad de remesas es lo que mantiene la estabilidad del lempira y es lo que contribuye enormemente al crecimiento, que lo hizo en aquel momento, pero ahora del país”, subrayó.

(Visited 102 times, 1 visits today)

Recibe actualizaciones en tiempo real directamente en tu dispositivo, suscríbete ahora.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.