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Los cooperantes que financian la operación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad (MACCIH), han reiterado su disposición de fortalecer la instancia internacional en su lucha contra la impunidad.
El objetivo es conservar el espíritu del convenio que dio vida a la MACCIH y, de esta manera, fortalecer la institucionalidad creada para batallar contra la deshonestidad y la inmoralidad pública.
No hay que enfocar la lucha contra la corrupción en tal o cual persona, ya que es un cometido que tiene que ser sostenido por el Gobierno de Honduras, la sociedad civil y la comunidad internacional, han subrayado altos funcionarios de la Administración Pública.
En su mayoría, los sectores referentes de opinión pública están de acuerdo en que para cortar de raíz la cultura de la corrupción es indispensable unir esfuerzos.
En este mismo sentido, se ha hecho énfasis en que la salida del vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, es el fruto de insuperables diferencias entre este personero y el secretario general de la OEA, Luis Almagro; sin embargo, no es una causa para detener la causa a favor de la transparencia.
Un twitter publicado por la OEA dice textualmente: «Mantener la MACCIH como estaba, era mantener la impunidad como está. Lejos de debilitar la MACCIH al aceptar la renuncia se podrá reencauzar la misión y favorecer las expectativas de la sociedad de Honduras».