Lo mejor sería tomar el sol como viniste al mundo, pero sabemos que es difícil, pero si te atreves siempre te recomendamos que te dejes caer por una playa nudista o, a falta de una en las grandes ciudades, ponerte en la terraza de tu casa (ojo, con los vecinos) sin la parte de arriba del bikini e ir poco a poco cogiendo color en esa parte.
Otro truco es comprarte dos tipos de bikinis, uno palabra de honor y otro atacado al cuello o con tirantes laterales, e ir turnándotelos a lo largo de tu día en playa o en la piscina. Así fijo que evitas la marca del bikini, aunque tu piel se irá bronceando más lentamente.
Si aún no has llegado a bajar a tomar el sol, pero quieres evitar que te suceda lo que te acabamos de contar, puedes darte unas sesiones de rayos UVA y después poner en práctica lo dicho en el punto 1 y 2.
También puedes comprarte un bikini con un tejido llamado transol. ¿Los conoces? Son unos bañadores y bikinis que permiten tener un bronceado más integral, gracias a que su tejido deja pasar el 80 por ciento de los rayos ultravioletas.
Otra opción, pero esta de emergencia, es echarte algún autobronceador (los tienes disponibles en distintos formatos y texturas), aunque no es éxito al 100 %, ya que el tono de tu piel es totalmente distinto al de las cremas.
Por último, te damos una receta casera que, aunque no ayuda a disimular las marcas del bikini, sí a exofliar, a eliminar las células muertas de tu piel y a unificar tu tono para empezar desde el principio. Mezcla sal gruesa marina con un poco de aceite de almendras y pásatelo por todo el cuerpo. ¡Tu piel se verá como nueva!.