Con uso de moderno equipo médico retiran cavernoma cerebal que provocaba epilepsia en Cecilia

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A 24 horas después de la cirugía craneal, se entrevistó a la pequeña Ana Cecilia Roque Martínez de 7 años, la dulce paciente que con una sonrisa y de inmediato exclamó: » Me siento de maravilla».

Si no fuese porque una área de su cabeza esta sin cabello y cubierta por una gaza, le resultaría inverosímil creer que el cerebro de la pequeña fue intervenido quirúrgicamente. 

Tras la visita médica de su cirujano, la niña de buen ánimo, recibió la noticia que este jueves abandonaría el hospital con el sueño de un día convertirse en ingeniera aeroespacial.

De regreso atrás, la vida de «Ceci», como le llama su madre, transcurría «normal» hasta hace dos años.

«Hace dos años mi hija se quejaba de dolores de cabeza, un ojo se le ponía rojo, ella pasaba muy cansada con poco esfuerzo; tenía cambios bruscos de conducta, de la alegría pasaba a la tristeza y se enojaba con facilidad», relató Claudia Martínez, madre de paciente.

Mientras le tomaba la mano a Cecilia quien reposaba en cama de hospitalización, la madre prosiguió «mi niña tenía esa conducta a causa del medicamento que tomaba por la crisis de epilepsia pero fue hace dos meses se cayó de la cama y empezó a vomitar; la llevamos al médico y apareció que tenía un cavernoma cerebral».

La niña urgía de una cirugía pero en una clínica privada, la familia recuerda que solo de hospitalización sin honorarios de especialistas debían pagar medio millón de lempiras.

Entonces tocaron las puertas del Instituto Hondureño del Seguro Social pero en respuesta les dijeron que ahí no podían intervenirla. Hubo una puerta que si se abrió y fue la del Hospital Escuela Universitario (HEU).

«Aquí en el hospital de inmediato la operaron y estamos felices porque nos decía el doctor que si no la operamos, más adelante podría causar más daño», recordó Martínez.

La cirugía para extirpar el cavernoma del cerebro de Cecilia se realizó este martes y estuvo a cargo del neurocirujano, Rafael Aguilar con apoyo de un comprometido personal.

Aguilar se auxilió del neuronavegador, equipo de avanzada que permite ubicar con precisión la malformación vascular de 5 centímetros que causaba la crisis epilépticas.

Lo extraordinario es que al hacer uso del neuronavegador se acorta la estadía hospitalaria y se respeta el tejido sano.

Sin duda, la salud de Cecilia mejorará y las crisis de epilepsia desaparecerá.

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