El presidente Juan Orlando Hernández lanzó el Plan Maestro de Agua, Bosque y Suelo, una iniciativa para crear las directrices que fortalezcan el manejo integral de los recursos, alineando los esfuerzos que ya se realizan a través de una efectiva coordinación interinstitucional.
En el acto de lanzamiento, celebrado en Casa Presidencial, el mandatario firmó como testigo de honor dos convenios de apoyo al Plan Maestro de Agua Bosque y Suelo.
El primer documento, por 20 millones de dólares, fue suscrito por el delegado presidencial de Cambio Climático, Marlon Escoto, y la representante del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Consuelo Vidal.
El segundo, por 25 millones de dólares, lo firmaron el ministro de Finanzas, Wilfredo Cerrato, y el representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Rafael Milán.
El objetivo del Plan Maestro es que las instituciones y organizaciones locales tengan capacidad técnica y financiera para la implementación de la gestión integrada de suelos, agua y bosque y lograr un manejo integral de los recursos naturales para bienestar de la población.
Honduras es un país altamente productivo que gestiona y aprovecha de manera integral los recursos agua, bosque y suelo con participación comunitaria impulsando el desarrollo humano y económico sostenible capaz, de afrontar los riesgos del cambio climático en beneficio de toda la población hondureña.
El presidente Hernández, con el apoyo de diferentes sectores, decidió hacerle frente al cambio climático con una estrategia que enfrente esta situación desde la raíz, estableciendo medidas que ataquen los problemas y sean sostenibles.
Esta es una iniciativa que el mandatario hondureño viene estructurando desde el inicio de su Gobierno, promoviéndola a nivel internacional, donde el Plan ha sido destacado logrando el apoyo para el desarrollo del mismo a través de Fondos Verdes.
Un contexto dramático
El gobernante recordó que en 2014 Honduras enfrentó una grave sequía, que hizo escasear el agua, “y así puedo señalar una serie de eventos dramáticos”, como la carestía de frijoles.
Añadió que “uno se pregunta cuánto podemos pagar o vamos a pagar por el agua si no la tuviéramos; hasta cuánto estamos dispuestos porque el agua es fuente de vida”.
Hernández también recordó que 1998 hubo “episodios tan dramáticos como el (huracán) Mitch; la enorme cantidad de agua cayendo al mismo tiempo en todo el territorio nacional, destruyendo todo a su paso. Perdimos miles y miles de vidas, infraestructura, la capacidad productiva del país”.
“Por un lado falta el agua en una época y por otro lado nos cae en cantidades que no puede manejar nuestro territorio”, puntualizó.
El gobernante aclaró que “falta de agua no es”, sino “cómo vamos a gerenciar el agua, es una de las grandes preguntas, cómo vamos a sacarle el mejor provecho, y para eso tenemos que empezar por el principio: cómo vamos a producir agua, cómo la vamos a gerenciar”.
Otro problema es “lo que vimos con los bosques de pino en estos años atrás (por el gorgojo descortezador); a todos nos impactó mucho, se nos hizo chiquito el corazón”, así como “lo que vivimos este verano aquí en la capital con tantos incendios” forestales.